Laura Poy Solano

Investigaciones recientes sobre la frecuencia de manifestaciones neurosiquiátricas en pacientes afectados por el Covid-19 señalan que al menos 50 por ciento de quienes superaron la enfermedad, incluidos aquellos que no necesitaron soporte ventilatorio, presentan trastornos cognitivos con alteraciones ejecutivas y de memoria del trabajo, como dificultades para concentrarse en una tarea.

Al presentar los datos preliminares de pacientes con seis meses de seguimiento, el doctor Fernando Flores Silva, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, destacó que se han detectado altas frecuencias de trastornos de ansiedad que afecta hasta 30 por ciento; otro 20 por ciento de pacientes presenta trastornos de represión y 15 por ciento por estrés postraumático.

En el seminario Salud mental y adicciones, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en el que se presentaron tres de los 86 proyectos financiados por el organismo en el campo de la salud mental, Flores Silva destacó que en el estudio, en el que participan 200 pacientes, se detectó que entre 15 y 16 por ciento presentó confusión mental o delirium, incluso entre quienes no requirieron de un ventilador.

Agregó que al mes de su egreso hospitalario, 60 por ciento de los pacientes presentaron uno o varios trastornos como fallas de atención, debilidad generalizada, anomalías del sueño y del ánimo.

Estas alteraciones parecen más frecuentes en quienes no enfrentaron una gravedad crítica, pues tenemos pacientes que nunca se hospitalizaron, sólo requirieron uso de oxígeno en casa y parecen tener una mayor frecuencia de estos trastornos de salud mental, no tanto cognitivos.

El investigador explicó: queremos elaborar una herramienta para que estos padecimientos puedan ser atendido en el primero y segundo niveles de atención de la salud, a los que accede la mayoría de la población.

Se trata, aseguró, de establecer cuáles serían las preguntas específicas que se pueden hacer en los consultorios de medicina familiar, para identificar estos trastornos. El proyecto también propone brindar capacitación remota y el uso de la telemedicina para atender las futuras necesidades de la población en materia de salud mental.