Ana Langner

Tras el operativo que llevó a cabo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) en Misisipi, la Secretaría de Relaciones Exterioes (SRE) informó de la probable detención de mexicanos, sin que hasta la noche de ayer se tuvieran detalles del número.

Horas antes de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitara El Paso, Texas –donde el pasado el 3 de agosto Patrick Crusius arremetió a tiros en contra visitantes de un Walmart–, agentes del ICE realizaron un operativo en varias plantas procesadoras de alimentos en Misisipi, arrestando a 680 trabajadores, en su mayoría latinos.

En este contexto, la cancillería mexicana indicó en sus redes sociales que el consulado en Nueva Orleans activó un grupo de respuesta rápida, y personal de esta oficina se dirigió al lugar para entrevistar a los mexicanos detenidos y brindarles asistencia a sus familias.

Asimismo, se puso en contacto con el ICE para solicitar la lista de los connacionales afectados.

El consulado –cuyo titular aún está pendiente por nombrar y que, de acuerdo con el directorio electrónico de la SRE, la segunda persona al mando es la cónsul adscrita Juana María Deluera Canchola– también contactó a la red de organizaciones que ayudan a connacionales para coordinar las acciones de asistencia y protección de las personas detenidas.

A su vez, la SRE explicó que, en caso de tener algún familiar mexicano en prisión, pueden comunicarse al número de emergencia 504 654 9546 o al Centro de Información y Asistencia a Mexicanos: 520 623 7874.

El consulado dio a conocer que las escuelas de la zona solicitaban que los familiares o contactos de emergencia de padres de familia afectados con los operativos demostraran la relación familiar para recoger a los niños.

El director interino del ICE, Matthew Albence, y el agente Jere T. Miles, a cargo de la operación, informaron en conferencia de prensa que este operativo se trató de la acción policial realizada en lugares de trabajo de un estado más grande en la historia.

Según esa oficina, el programa para el control migratorio en lugares de trabajo es un elemento clave para disuadir la migración irregular, ya que la mayoría de los extranjeros indocumentados intentarán obtener empleo al llegar e integrarse.