Roberto Garduño, Enrique Méndez y Jessica Xantomila

La titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman, reconoció en la Cámara de Diputados que el plan emergente de atención a mujeres víctimas de violencia –en cuya presentación participó ayer por la mañana en Palacio Nacional– es todavía una propuesta que se concretará en los próximos meses, porque serán revisados los 70 refugios del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Eliminación de la Violencia.

Incluso, después de una reunión con la Comisión de Igualdad de Género, dijo en entrevista: sí tenemos idea, pero no los detalles. Cuando se le preguntó de qué forma participarán los estados y municipios en la administración de refugios para mujeres y sus hijos, expresó: La propuesta de reorganización del sistema es algo que estamos haciendo y que no podemos dar información ahora, porque no la tenemos.

Afirmó que la intervención gubernamental en los refugios no implica una expropiación. Por un lado, indicó, continuará el respaldo a los refugios y se hará la valoración del sistema, porque los 70 en operación son insuficientes.

Una opción, expuso, es que los municipios asuman su responsabilidad legal en la protección de las mujeres, y otra es revisar, evaluar y mejorar el sistema de prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia como parte de la obligación del Estado mexicano en su protección.

Por su parte, organizaciones feministas celebraron que el Estado asuma su responsabilidad en cuanto a la incidencia de violencia contra las mujeres, lo anterior, luego de que el gobierno federal presentara el plan emergente para garantizar la integridad, la seguridad y la vida de las mujeres.

El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio destacó que se admitiera que es responsabilidad del Estado lo que ha venido pasando en el país, porque aquel invisibilizó cifras y no reconocía la desaparición de niñas y mujeres.

No obstante, la organización indicó que falta el cómo se va a hacer. Es el desafío que tiene para que ya se haga sin simular, porque los estados nos dicen primero qué van a hacer y al final el cómo se va a medir el impacto, dijo.

Valentina Zendejas, del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, calificó de buen indicio que se asuma como un problema de Estado prevenir la violencia, y luego su responsabilidad.