Andrea Becerril, Emir Olivares y Víctor Ballinas

Organizaciones de la sociedad civil criticaron la posición que el presidente Enrique Peña Nieto expresó ayer sobre el presunto espionaje contra activistas, periodistas y defensores de derechos humanos. Consideraron que sus palabras mandan el mensaje de que no es capaz de investigarse a sí mismo ni a su gobierno.

Artículo 19, Red de Defensa de los Derechos Digitales y Centro Miguel Agustín Pro, entre otras organizaciones, subrayaron que sin esperar a que la investigación siquiera se iniciara, el mandatario ‘‘la condenó al fracaso al afirmar que ‘resulta muy fácil señalar al gobierno como alguien que espía. Nada más falso que eso’. Es decir, sin una indagatoria descalificó las denuncias y exculpó de antemano a su gobierno’’.

Enfatizaron que ‘‘el mandatario carece de elementos técnicos y jurídicos para afirmar que las denuncias son falsas; por el contrario, los informes científicos realizados hasta ahora apuntan en otra dirección’’.

Agregaron que Peña ‘‘minimiza las consecuencias en la vida de quienes han denunciado las intervenciones, al señalar que ‘ninguna de las personas que se sienta agraviada puede afirmar o mostrar o evidenciar siquiera que su vida se haya visto afectada por esas supuestas intervenciones y por ese supuesto espionaje’. Estas afirmaciones son irresponsables’’.

Además, dijeron, ‘‘realizó una afirmación en extremo grave, al aceptar que él podría ser objeto de espionaje. Por provenir de un jefe de Estado, una aceptación así de pasiva de las intervenciones ilegales es alarmante. La seguridad de las comunicaciones del Presidente interesa a la estabilidad del Estado, por lo que la ligereza con que acepta su vulnerabilidad confirma que en México la vigilancia está fuera de control y debería motivar una profunda investigación’’.

Un elemento más, destacaron, es que ‘‘profirió una muy preocupante amenaza a las personas denunciantes al decir ‘espero que la PGR con celeridad pueda deslindar responsabilidades y al amparo de la ley pueda aplicarse contra aquellos que han levantado estos falsos señalamientos’. Con estas expresiones no se comprometió a aplicar todo el peso de la ley a los responsables de las intervenciones ilegales, sino envió un mensaje amenazante para quienes documentaron técnicamente la existencia de esta ilegal vigilancia’’.

Por separado, la coordinadora del PRD en el Senado, Dolores Padierna, dijo que se debe llevar a cabo una indagatoria profunda en torno a la denuncia formulada por Peña Nieto sobre que él también se siente espiado. ‘‘No puede hacerlo ni de broma, es un comentario que lo tomamos tal cual y que amerita una investigación para descubrir quién está espiando al presidente de México’’.

El también senador perredista Luis Sánchez dijo que no es raro que entre políticos se espíen y que incluso a él le ofrecieron un equipo de espionaje con un costo de 100 mil pesos, que no adquirió, ya que está en contra de esa práctica ilegal de intervenir ilegalmente las comunicaciones.