José María Carmona
En memoria de Adelfo Ferreira, migrante que volvió a Chiquimitio sin vida
Más de tres millones de michoacanos reside en Estados Unidos, las causas de la migración han sido estudiadas por académicos y especialistas, este fenómeno social que no es exclusivo de Michoacán sino también del país y ya es un fenómeno internacional.
Las causas de la migración obedecen a problemas económicos, sociales y políticos, así como culturales, pero en los años recientes la migración de los connacionales a los Estados Unidos es producto de la crisis económica, social y de seguridad.
Como se conoce, Michoacán es la principal entidad federativa del país expulsora de mano de obra al país del norte, desde a finales del siglo XIX se tienen registro de corrientes migratorias con destino a los Estados Unidos, también la entidad en esta tradición ya va su cuarta generación de migrantes.
A partir de los atentados terroristas del año 2001 de las Torres Gemelas de Nueva York la política migratoria del gobierno norteamericano fue endurecida, tomando medidas para evitar el flujo migratorio de los mexicanos y se levantó el muro fronterizo, se destinaron cuantiosos millones de dólares en tecnología y la patrulla fronteriza, pero la migración no se detuvo.
Los migrantes en Estados Unidos son víctimas de discriminación, persecución y tratados como delincuentes; sin embargo como parte de la comunidad hispana ya representan el 10 por ciento de la población estadunidense, y la contribución de los migrantes mexicanos al Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos se duplicó en los últimos 14 años hasta alcanzar en 2006 un total de 485 mil millones de dólares,1 monto que representa el 3.7% del PIB estadounidense y, en contraste, el 57.7% del PIB mexicano.
La portación de los migrantes, a la economía mexicana es de un promedio de 25 mil millones de dólares de los cuales Michoacán recibe el 10 por ciento, por lo que la aportación de los migrantes de la economía michoacana es determinante para el sostenimiento de por lo menos un millón de michoacanos.
Pero como ya se señaló, la política migratoria estadunidense es punitiva, de persecución con la finalidad de controlar los bajos salarios que se pagan sin el mínimo derecho a la seguridad social, en aquel país, donde los migrantes pagan impuestos.
Las jornadas de trabajo son agotadoras, viviendo en las peores condiciones, la exportación es el denominador común.
Desde que inicia el proceso migratorio, los trabajadores migrantes quedan atrapados en las redes de los llamados “polleros”, que se encuentran en los lugares de origen cobrando un promedio entre 2 mil a 3 mil dólares por migrante sin la garantía de llegar a su destino.
Como ya se mencionó las condiciones de los migrantes son las peores con los trabajos que no quieren realizar “los gringos”.
El presidente Obama llegó con la promesa de legalizar a millones de migrantes que tienen años de vivir en el país del norte, sin embargo a unos meses de terminar su mandato y después de dos periodos gubernamentales no podrá cumplir su promesa.
Como ya se dijo, la política migratoria sigue siendo un problema candente para el gobierno norteamericano que no cuenta con la mayoría en el Congreso dominado por los republicanos que bloquearon la iniciativa de legalizar a los migrantes.
Por su parte el gobierno de Peña Nieto ha tenido una política sumisa ante el gobierno gringo, su secretaria de Relaciones Exteriores Claudia Ruiz Massieu Salinas, tiene una figura decorativa ante la amenaza que la posible llegada Donald John Trump a la presidencia del país del norte y su política anti migratoria, pero la situación de los migrantes no cambiara con la probable llegada de Hillary Clinton.
Pero con la política migratoria los migrantes ya no pueden regresar como antes al país de manera regular por falta de papeles y la política ante migrante, además la última corriente migratoria dura hasta cinco años para regresar dejando a la familia de las zonas rurales produciéndose una ruptura social y emocionales. Pero la tragedia mayor de los migrantes es volver en un ataúd a su comunidad ante la indiferencia de los gobiernos federales y estatales. Esto es morir en el norte en busca del sueño americano.