Emir Olivares.
Revisan acciones de control de venta de armas y medidas para la migración por vías reguladas
El Hotel Migrante, que antes albergaba a indocumentados, es usado por personas sin hogar con problemas de drogadicción.
La ONG Verter creó La Sala, un lugar para consumidores vulnerables de heroína en Mexicali, Baja California, pues los riesgos crecen debido a que viene mezclada con fentanilo y no lo saben.
Por segunda vez en el mes, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, sostuvo una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad, en la cual abordaron una mayor colaboración bilateral para enfrentar el tráfico de fentanilo, revisaron las acciones estadunidenses para controlar la venta de armas de alto poder y examinaron el flujo migratorio, destacando que ya hay un millón de personas en movilidad laboral de forma regulada.
En el intercambio, que se realizó en Palacio Nacional y se prologó más de dos horas (comenzó a las 6 de la tarde y concluyó cerca de las 8 y media de la noche), la delegación mexicana presentó los avances en el combate al fentanilo, cuyo consumo se ha convertido en una grave crisis en el país vecino del norte, pues en 2021 provocó la muerte de 70 mil personas por sobredosis.
En sus redes sociales, el mandatario mexicano destacó que se dialogó sobre migración y que con cooperación para el bienestar y trato humanitario a indocumentados avanzamos en la política de buena vecindad.
En tanto, el canciller Marcelo Ebrard detalló, en breve entrevista al término del encuentro, que en el caso del fentanilo se ha logrado mayor coordinación para determinar los flujos e identificar quién está exportando y quién importando.
Agregó que se presentó el trabajo del Laboratorio para la Seguridad Nacional que opera la Secretaría de Marina, con el apoyo de binomios caninos, que han sido fundamentales para detectar precursores de drogas en los contenedores que llegan al país.
Subrayó la importancia de la colaboración para diseñar nuevas estrategias ante la cada vez más sofisticada forma de operar de la delincuencia organizada, porque las sustancias precursoras de drogas químicas ya no se encuentran en estado puro, sino en mezclas complejas que se procesan en laboratorios.
En lo que toca al tráfico de armamento, Ebrard resaltó que se trata de un tema muy importante para la administración mexicana, en el que se hizo hincapié en la pretensión del presidente Joe Biden de controlar el flujo de armas largas.
El canciller recordó que entre 2020 y 2022 en México se decomisaron 26 mil armas largas a la delincuencia organizada.
También remarcó que Washington aprobó cifras históricas para la movilidad. Estamos llegando ya a un millón de personas que han optado por vías reguladas (visas, permisos laborales) para migrar a Estados Unidos.
Esas medidas, aseveró, han contribuido a que los flujos de migrantes en la frontera de México y Estados Unidos presenten un descenso notabilísimo. Esto sobre todo tras el levantamiento del llamado Título 42, el pasado 12 de mayo.
Así se evita que se arriesguen en el peligroso periplo de la ruta migratoria y paguen entre 7 y 8 mil dólares a los coyotes.
Al encuentro acudieron los embajadores en ambas naciones, Ken Salazar y Esteban Moctezuma, y los gobernadores de Chiapas, Rutilio Escandón; de Oaxaca, Salomón Jara; de Tabasco, Carlos Merino, y de Veracruz, Cuitláhuac García –entidades fundamentales en la ruta migratoria hacia el norte–, entre otros.
Ebrard apuntó que se acordó un nuevo encuentro el próximo mes en Estados Unidos. Ésta es la tercera ocasión que la enviada de Biden está en México desde que la nombró en marzo pasado.