Actividad económica
En línea con el proceso de desaceleración en la actividad económica global que se ha venido manifestando a lo largo de 2019, la información macroeconómica correspondiente al cierre del segundo trimestre y a los primeros meses del tercer trimestre de 2019 indica una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la economía mexicana.
En el segundo trimestre de 2019, el PIB registró una disminución en términos reales de 0.8% en su comparación anual, mientras que, al eliminar el efecto estacional, el nivel del PIB en el segundo trimestre de 2019 no registró variación en términos reales con respecto al nivel observado en el primer trimestre del año. Por sector de actividad económica, la desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad económica agregada es resultado, principalmente, de la contracción en las actividades industriales, específicamente en los sectores de minería y construcción, los cuales ligaron tres trimestres con registros negativos en su crecimiento. Respecto a los componentes de la demanda interna, la desaceleración se reflejó en una contracción significativa en los niveles destinados a la inversión pública y privada y un estancamiento del gasto de consumo. Por su parte, la balanza comercial registró un superávit comercial histórico, resultado de una expansión significativa en las exportaciones, particularmente las no petroleras, y de una disminución en las importaciones de capital.
La información disponible para los primeros dos meses (julio-agosto) del tercer trimestre de 2019 muestra que el promedio del IGAE registró una disminución de 0.3% respecto al promedio del mismo bimestre de 2018. No obstante, eliminando el factor estacional, el promedio del IGAE en el bimestre no registro variación con respecto al promedio de los últimos dos meses (mayo-junio) del segundo trimestre de 2019. La ausencia de crecimiento en el IGAE durante el bimestre quedó determinada por la expansión registrada en las actividades primarias y secundarias, mientras que las actividades terciarias fueron las que registraron una contracción durante el periodo. A pesar de la desaceleración observada en la actividad económica, durante los primeros dos meses del tercer trimestre las actividades industriales se expandieron, indicando una leve mejoría en su dinámica de crecimiento, concretamente en los sectores de minería y construcción.
Respecto al mercado laboral, durante el tercer trimestre de 2019 la generación de empleos formales exhibió un crecimiento positivo, aunque con un ritmo de expansión menor; por su parte, las trayectorias de las tasas de participación, de desempleo y de informalidad se mantuvieron en niveles similares a las observadas en el segundo trimestre del año. Mientras tanto, los salarios reales (contractuales y de cotización en el IMSS) así como las remuneraciones reales por persona ocupada en el sector manufacturero exhibieron incrementos en términos reales a tasa anual.
En materia de precios, durante el tercer trimestre de 2019 se consolidó el proceso de convergencia de la tasa de inflación hacia su nivel objetivo de 3%. La reducción de la inflación general fue resultado principalmente de las reducciones registradas en el componente no subyacente, en particular, en los productos energéticos.
Por su parte el componente subyacente se ha mantenido relativamente estable en niveles superiores al objetivo de 3%, pero dentro del intervalo de variabilidad de este objetivo.