La Junta de Gobierno del Banco de México se reunió en tres ocasiones durante el cuarto trimestre de 2018, en las reuniones de noviembre y diciembre decidió incrementar en 25 puntos base la tasa de interés objetivo, para concluir con una tasa de referencia de 8.25 por ciento. En el último comunicado del 20 de diciembre, la Junta de Gobierno del Banco de México destacó que la decisión de incrementar la tasa de referencia considera que la economía enfrenta un entorno de marcada incertidumbre. En el balance de riesgos para la inflación, se contempló un sesgo al alza y la posibilidad de que se vean afectadas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo. La Junta añadió que mantendrá una postura monetaria prudente y dará un seguimiento especial al traspaso potencial de las variaciones del tipo de cambio a los precios; a la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos; y a la evolución de las condiciones de holgura de la economía.
En el mercado de bonos gubernamentales de México se observó un aumento en las tasas de interés a un ritmo mayor que el trimestre previo. Las tasas de 10, 20 y 30 años fueron las que presentaron un mayor crecimiento durante el cuarto trimestre, generando un incremento en la pendiente de la curva de rendimientos.
Al 31 de diciembre, las tasas de los bonos de 3 y 30 años se ubicaron en 8.87 y 9.12 por ciento, lo cual implica un incremento de 91 y 94 puntos base con respecto al cierre del tercer trimestre de 2018, respectivamente. Con estos resultados, la pendiente de la curva de rendimientos en el mercado primario, medida como el diferencial entre las tasas de los bonos a 3 y 30 años, se ubicó en 25 puntos base, lo que implicó un aumento de 3 puntos base con respecto a la del 30 de septiembre de 2018. 38
En el mercado cambiario, al 31 de diciembre, la moneda nacional registró un nivel de 19.67 pesos por dólar, lo cual implica una depreciación de 5.1 por ciento con respecto al cierre de septiembre. Lo anterior respondió a la fortaleza del dólar en un entorno de mayor aversión al riesgo en los mercados internacionales y mayores tasas de interés en Estados Unidos. Adicionalmente, en el entorno nacional se presentó un cambio en la percepción de riesgo que generó volatilidad en los mercados financieros locales.
La evolución del tipo de cambio de la moneda nacional está en línea con el desempeño de las monedas de otras economías emergentes. Destaca que al 31 de diciembre, el rublo ruso, el peso chileno y el rand sudafricano registraron una depreciación de 6.3, 5.6 y 1.5 por ciento con respecto al trimestre anterior.
Las cotizaciones de los contratos de futuros del peso frente al dólar en la Bolsa Mercantil de Chicago registraron un nivel superior al observado al cierre del tercer trimestre de 2018. Al 31 de diciembre, los contratos de futuros para entrega en marzo de 2019 se ubicaron en 19.9 pesos por dólar y en diciembre en 20.8 pesos por dólar, lo cual implicó un aumento de 3.6 y 4.4 por ciento, respectivamente, con relación a las cotizaciones registradas al cierre de septiembre del 2018.
Respecto a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el Índice de Precios y Cotizaciones (IPyC) estuvo afectado por episodios de volatilidad originados en los mercados nacionales e internacionales durante el último trimestre del año. De esta forma, el IPyC cerró el trimestre en 41,640.3 unidades, lo cual representó una pérdida de 15.9 por ciento frente al cierre del tercer trimestre de 2018.