Alma E. Muñoz y Alonso Urrutia

El mandatario insiste en que será respetuoso con Donald Trump

El presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado de Fernando Rodríguez Miaja –a quien entregó un reconocimiento–, Gerardo Ferrando Bravo y Lázaro Cárdenas Batel, conmemoró el 80 aniversario del exilio republicano español.

Al conmemorar 80 años de la llegada del exilio republicano español a México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el asilo es un derecho sagrado para los mexicanos. Siempre vamos a tratar con respeto y a dar protección a los migrantes, dijo ante sobrevivientes de aquel éxodo y representantes del gobierno español.

Acorde con la diplomacia del general Lázaro Cárdenas –que en 1939 otorgó asilo a más de 20 mil españoles–, López Obrador indicó que en esta era de migraciones se respetarán los derechos humanos de los centroamericanos, que buscan mejores condiciones de vida. En muchos casos son exiliados por necesidad, por hambre o para salvar sus vidas, dijo.

Durante la ceremonia se dejó de lado el reciente desencuentro por la polémica en torno de la Conquista. Irene Lozano Domingo, secretaria de Estado de la España Global, compartió al Presidente un mensaje de amistad, gratitud y reconocimiento, recordando que el general Cárdenas “no titubeó, no dudó y proclamó su voluntad de acoger a todos quienes huían en España del dolor, de la cárcel, de la prisión, de la persecución; les ofreció una nueva patria y con ello una nueva esperanza, una nueva vida, un nuevo futuro a quienes pensaban que lo habían perdido todo.

Ernesto Casanova, presidente del Ateneo Español de México, recordó –ante el embajador español Juan López-Dóriga Pérez– que la República española derrotada de una cruenta guerra compartió con México su vocación por la libertad y la tolerancia, y por el respeto a los derechos humanos, democráticos y ciudadanos.

En 1939, México recibió a 20 mil hombres, mujeres y niños obligados a buscar asilo, los cuales durante tres años habían luchado por defender una república legal y democráticamente constituida, destruida en una guerra fratricida por las derechas fascistas dentro y fuera de España, anticipando así el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Con la evocación de la política mexicana frente a la Guerra Civil española, López Obrador aludió al plan de migración que implementa su gobierno para cumplir los compromisos asumidos con Estados Unidos en el acuerdo migratorio. México será respetuoso de ese gobierno y del presidente Donald Trump. Se actuará con el noble oficio de la política, que se inventó para evitar la confrontación.

Presidente humanista

El mandatario definió a Cárdenas como el presidente más humanista en la historia mexicana, que aplicó una política exterior extraordinaria. No sólo otorgó el refugio a miles de españoles, sino también le dio asilo a (León) Trotsky en circunstancias muy complejas, cuando no se le quería recibir en ninguna parte por la política de ese entonces en la Unión Soviética, durante estalinismo.

Abrió las puertas a miles de españoles “que participaron –y no hay que olvidarlo– en la defensa de la República de un movimiento popular, democrático, avasallado por la fuerza, por el fascismo que ya asomaba su rostro siniestro y que se ensaya en la Guerra Civil española”.

Cualquier acto de justicia, de aplicación del derecho de asilo, lleva a pensar en esta decisión del general Cárdenas. Ya quedó establecido este hecho histórico como parte de nuestra política exterior. Hasta en gobiernos que ha habido de corte conservador y retrógradas se tiene que respetar este derecho.

López Obrador señaló que con España podemos tener diferencias transitorias, pero es mucho más lo que le une con México, y vamos a seguir manteniendo una muy buena relación con el gobierno, y por encima de todo nos importa más mantener una buena relación con el pueblo de aquel país.

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, destacó los compromisos que configuran el perfil de la diplomacia mexicana con las mejores causas de la humanidad: la generosidad, la solidaridad, el compromiso con los que están perseguidos, nuestra causa que debe ser siempre brújula de defensa de las libertades y derechos de las personas. El exilio español es parte de la identidad de los que somos progresistas en México.

López Obrador entregó un reconocimiento a Fernando Rodríguez Miaja, decano de los exiliados españoles, en el cual refrendó su afecto a los miles de españoles que hicieron de México su patria, tras ser dolosamente expulsados de la suya.

En el presídium estaban además Lázaro Cárdenas Batel, nieto del general y coordinador de asesores de la Presidencia; Gerardo Ferrando Bravo, presidente del Patronato del Ateneo Español de México; Cristina Alatorre, subsecretaria de Justicia para la Memoria Histórica, y Enrique Márquez, director ejecutivo de Diplomacia Cultural.

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