Alma E. Muñoz

El presidente Andrés Manuel López Obrador atestiguó el ritual para pedir a la Madre Tierra anuencia para construir el Tren Maya.

Palenque, Chis., Con un ritual indígena, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio inicio este domingo a los trabajos para la construcción del Tren Maya, para cuyas obras convocó a participar a la iniciativa privada, a cambio de subvenciones por cada kilómetro bien construido de vía férrea.

El titular del Ejecutivo anunció que la mayor parte de la inversión para este proyecto prioritario, previsto para cuatro años, provendrá de los empresarios, porque resultan insuficientes los recursos públicos, que tan sólo en 2019 serán de 6 mil millones de pesos. La convocatoria para las licitaciones de los primeros cuatro tramos del tren –con un costo cada uno de entre 15 mil y 18 mil millones de pesos– se lanzará en dos meses.

Representantes de las 12 etnias de origen maya realizaron en terrenos del antiguo aeropuerto de Palenque –que se convertirá en la plaza cívica de la ciudad, de donde saldrá una conexión hacia el tren– el ritual de los pueblos originarios a la Madre Tierra para solicitar la anuencia de construcción, consistente en alimentar y dar de beber a la tierra con productos típicos –tortillas, pollo envuelto en hojas de plátano y caldo, así como aguardiente y pozol de cacao–, todo entre rezos.

“Al olor del incienso, con el aguardiente y al son de la música, aquí nuestros rezadores –dos adultos mayores– pedirán este permiso para la construcción, para la modernización de nuestra región. Es algo histórico en nuestra tierra, en nuestra nación, con usted, señor Presidente, que nos está tomando en cuenta”, dijo Emilio Ramón Ramírez Gutiérrez, secretario para el Desarrollo Sustentable de los Pueblos Indígenas, coordinador de la ceremonia, quien recordó que en el pasado a las comunidades ancestrales las han tenido en el olvido aquellos que han maltratado nuestra nación, nuestra tierra... No somos museo.

Después de la ceremonia, el Presidente anunció que la mayor parte de la inversión para el tren –en total, prevista entre 120 mil y 150 mil millones de pesos– provendrá del sector privado, al cual el gobierno entregará una subvención por kilómetro de construcción de línea férrea. Y dio a conocer que habrá concesiones para tres tipos de trenes: de carga, turístico y de pasajeros para los pueblos.

Las empresas por cada kilómetro que se construya van a contar con una subvención del gobierno, dijo, y con la intervención de la iniciativa privada nos va a alcanzar, al reconocer que son insuficientes los recursos que contempla el Presupuesto de Egresos de la Federación para el siguiente año, que se destinarán para iniciar con la construcción del tren, dividida en siete tramos, y el cual tendrá mil 500 kilómetros de vía.

Necesitamos inversión privada, y aprovecho para convocar a empresarios a que participen en esta obra. Estamos pensando en que si se hacen cargo de un tramo, previa licitación, puede significar una inversión de 15 mil a 18 mil millones de pesos, afirmó. A cambio, el gobierno federal garantizará el derecho de vía, que ya se tiene. El cálculo para las vías férreas es, por kilómetro, entre 50 y 60 millones de pesos.

El Ejecutivo federal especificó que las subvenciones a la iniciativa privada se darán si hay calidad, para que puedan desplazarse los trenes a una velocidad de 160 kilómetros por hora, y también para carga.

Agregó el requisito de que el pasaje para los habitantes de la región sea barato (y) que pueda cobrarse el precio comercial en el turismo y la carga.

Pidió al director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, que concluya el proyecto técnico para que a más tardar en dos meses se lance la licitación para los cuatro primeros tramos del ferrocarril, con cuya construcción, garantizó, habrá respeto al medio ambiente, pues no se va a tirar un solo árbol. Al contrario, vamos a sembrar millones de árboles en el sureste, con el programa Sembrando Vida, e hizo mención especial a la zona de la Lacandona.

También dio a conocer que los gobiernos locales manejarán las estaciones –que pronunció de memoria en su discurso–, además de que garantizó desarrollo urbano en todas la zonas donde estarán las estaciones del tren para evitar la anarquía. Asimismo, prometió que los trabajos se desarrollarán con mucha arquitectura, planeación y sistemas hidráulicos, como hicieron en su tiempo los mayas.

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