José María Carmona

A nueve meses de asumir el rector Medardo Serna González la rectoría,  hoy enfrenta retos que cumplir, quien levanto grandes expectativas porque con las cartas de presentación con las que llego eran favorables, en un año electoral donde de facto ocuparía la rectoría seria hombre de confianza del gobernador en turno.

El 8 de enero después de saber la designación del nuevo rector, el gobernador sustituto Salvador Jara Guerrero bajo la sombra de Alfredo Castillo había mandado un mensaje claro a la comunidad universitaria y particularmente a todos los grupos de todas las tendencias políticas de la universidad en el sentido de que el rector electo designado debería de ser un académico.

El día por la mañana cuando tomo posesión de su cargo el Dr. Serna la mayoría de los universitarios asistieron, perdón la mayoría de las corrientes políticas de la universidad asistieron al solemne acto y todos los puestos de la administración universitaria fueron repartidos entre las diferentes expresiones políticas de la universidad.

La designación de un académico con el consenso político evitaría hasta lo posible las “grillas” y garantizaría la estabilidad política de la universidad, además que todas las corrientes involucradas iban a contribuir a sacar adelante las próximas revisiones de los contratos colectivos de trabajo del SPUM y el SUEUM.

Y efectivamente así sucedió, las huelgas programadas no estallaron y con ello la normalidad de la vida académica de la universidad continua, sin embargo muy pronta se dejo ver la inexperiencia o falta de manejo político en los asuntos universitarios por parte de la burocracia universitaria.

Después de concluidas las revisiones contractuales el rector Medardo Serna inicio toda una campaña entre la comunidad universitaria para plantear los problemas estructurales de la universidad principalmente el referente a las pensiones y jubilaciones que según él provocan un déficit de más de mil millones de pesos en la universidad en pocas palabras convoco a los universitarios a modificar de manera pactada la reforma al régimen de pensiones y jubilaciones lo que provoco una gran polémica entre los profesores y los empleados, pero llego la coyuntura electoral  y el tema fue retirado de la agenda.

Al mismo tiempo se presento el polémico cambio de la dirección sindical del SUEUM y una fallida Asamblea General del SPUM para cambiar a su dirección sindical.

De manera “imprudente” el Secretario General Salvador García Espinoza declara que con las nuevas direcciones sindicales que iba a iniciar la discusión del cambio al régimen de pensiones y jubilaciones, una manera propia de este funcionario universitario para tratar los asuntos más sensibles de la universidad.

Pero el calendario político de la universidad continúa su marcha y vendría como cada año la selección para el ingreso de los nuevos universitarios y con ellos el movimiento de aspirantes y rechazados culmino por parte de los jóvenes aspirantes bajo la dirección de los moradores de las casas del estudiante con la tomas de las instalaciones de ciudad universitaria. La respuesta no se hizo esperar y nuevamente la inexperiencia o el golpeteo político ante un mal manejo de los problemas no se hizo esperar amenazando con la expulsión a los dirigentes estudiantiles de la universidad enviándolos a la “santa inquisición”, perdón al Tribunal Universitario que es la figura más antidemocrática que existe en la legislación universitaria y viola los derechos humanos de los universitarios.

Nuevamente la falta de capacidad política de Salvador García Espinoza como Secretario General quedo evidenciada al no poder manejar la demanda de los aspirantes y rechazados al ingreso de la Casa de Hidalgo.

El día jueves los empleados universitarios volvieron a tomar las instalaciones de la rectoría de la universidad ante la falta de operación política nuevamente de las autoridades universitarias.

Por su parte el SPUM está demandando la reparación de una serie de violaciones al Contrato Colectivo  de Trabajo, la falta de cumplimiento del programa de planeación académica de la universidad y ahora los directores reparten plazas de manera discrecional y están convertidos en verdaderos caciques la mayoría de ellos y ni que decir de la falta de transparencia de la opacidad con que se manejan los recursos financieros, hasta hoy el rector no ha explicar el origen del déficit universitario.

De esta manera el rector Serna González enfrentara las próximas revisiones contractuales, sin tomar en cuenta los emplazamientos a huelga existentes con múltiples violaciones a los Contratos Colectivos de Trabajo y cada día a los funcionarios de mandos medios les estallan en la cara los problemas. Sin duda alguna la toma y los paros continuaran en las próximas semanas por la mala operación política desde la secretaria general de la universidad.

Es por ello que es la hora de que el rector Medardo Serna empiece a pensar en los ajustes en la administración universitaria empezando por la secretaria general de la universidad que hasta el día de hoy a demostrado la falta de capacidad para resolver los problemas, o de lo contrario la universidad entrara en la inestabilidad, entonces el nuevo gobernador tendrá que pensar en un hombre de confianza en la rectoría que le garantice políticamente estabilidad y la confianza en la vida universitaria por eso cabe la pregunta: ¿ Es la hora de los ajustes en la Universidad Michoacana?.