chemaJosé María Carmona

Es obligado tocar el tema de Néstora Salgado quien fuera comandante de las Policías Comunitarias de Olinalá Guerrero y miembro de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias  (CRAC-PC) y hoy Candidata a senadora plurinominal por Morena, a la que José Antonio Meade candidato del PRI y de la Coalición por México en el segundo debate presidencial la acuso de “secuestradora”.

Ante todo Néstora Salgado quien organizo las Policías Comunitarias para combatir al crimen organizado y quien fuera encarcelada´ por el gobierno del perredista en desgracia Ángel Aguirre ex gobernador del estado de Guerrero, fue una presa política del gobierno de Peña Nieto, y no una delincuente como lo afirma Meade.

Salgado ya es un símbolo en el pensamiento colectivo de los guerrerenses tan golpeados por el crimen organizado y la violencia.

También representa el levantamiento en armas del pueblo de Olinalá, como ya se dijo víctima del grupo delincuencial de la banda de  los Rojos quienes son responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Las Policías Comunitarias fueron reconocidas por el gobierno perredista del ex gobernador Ángel Aguirre, que llego a la gubernatura del estado de Guerrero gracias al apoyo de López Obrador.

Como ya se dijo, Néstora Salgado organizo las Policías Comunitarias con la finalidad de garantizar la seguridad no solo en el municipio de Olinalá, sino también integro a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias en las que agrupan todas las Policías Comunitarias del Estado de Guerrero.

La ex comandanta fue encarcelada en el año de 2013 en el Centro Federal de Readaptación Social de Tepic Nayarit donde permaneció por dos años y medio; gracias a una campaña internacional fue liberada y absuelta de cinco delitos entre los cuales se le acusaba de secuestro agraviado.

El pretexto fue la aprehensión que ella hizo, como comandante de la Policía Comunitaria, de varias adolecentes por vender drogas, y del sindico local, Armando Patrón  Jiménez, por alterar las pruebas de la escena de un crimen en la cual hubo dos asesinatos y donde el intento huir con una vaca que era propiedad del finado. Sin que el gobierno estatal lo supiera, las jóvenes y el funcionario municipal fueron llevados a una cárcel de la comunidad de Tlatlautitepec.

También se sabe que Néstora Salgado desde los veinte años fue migrante a los Estados Unidos y trabajo limpiando casas –mientras  Meade como miembro del gabinete de Peña Nieto fue cómplice de la limpia de las arcas públicas de la nación- durante siete años como indocumentada, que en el año 2000 arreglo su situación migratoria  obteniendo la ciudadanía estadunidense.

En el año 2011 la inseguridad pública se volvió inmanejable en Olinalá y varios otros municipios de La Montaña.

La Banda de los Rojos se adueño del municipio. Crecieron los secuestros, los robos a casa habitación, los asaltos a plena luz del día, las extorciones y los asesinatos. Las autoridades dejaron hacer, dejaron pasar. Una mezcla de temor y rabia se fue apoderando de los pobladores.

El 26 de octubre de 2012 apareció el cuerpo de un joven sin vida taxista que se negó a pagar la cuota. Indignada, en pleno entierro, la multitud encontró a un sujeto desconocido que tomaba fotos a los dolientes. Lo tuvieron y entregaron  a la policía. Broto entonces el rumor de un nuevo secuestro. Los deudos todavía estaban en el panteón.

Sonaron las campanas del pueblo y sus habitantes se reunieron para discutir qué hacer ante la delincuencia. Acordaron tomar en sus manos su propia seguridad y nombraron un Consejo de Supervisión y Vigilancia.

Pero lo más importante fue a ver demostrado su inocencia Néstora Salgado, aunque ahora se haya reabierto los casos por parte de un juez federal bajo la presión del gobierno de Peña Nieto a petición de José Antonio Meade.

Hoy Néstora Salgado acepto la candidatura al senado por Morena, está en todo su derecho y libertad, pero lo que no se puede negar es el hecho de a ver impulsado la creación de la policía comunitaria para liberar al pueblo de  Olinalá, y muy contrariamente a lo que afirma Meade de manera calumniosa de ser una supuesta secuestradora, que fue absuelta por falta de pruebas.

A pesar que no se comparte hoy su posición política de quienes lucharon por su liberación- entre el que escribe- Salgado ella para la historia contemporánea de este país violentado por el crimen organizado y en colusión con el gobierno de Peña Nieto es un símbolo de la lucha social es por ello que hoy hay que salir en su defensa ante el ataque desesperado de José Antonio Meade no porque vaya a perder la elección presidencial, sino porque es corresponsable de la banca rota en materia de seguridad y la financiera. Es por ello la solidaridad y defensa con Néstora Salgado.          

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