José María Carmona

Entre desfalcos a las finanzas públicas de Michoacán y una enorme deuda pública, el gobierno de Silvano Aureoles se encuentra en medio de la peor crisis, sin márgenes de maniobra, y cada día que pasa los desvíos financieros, por lo menos realizados durante las administraciones de Fausto Vallejo, Jesús Reyna y Salvador Jara aparecen.

De esta manera, hoy también no solo el gobierno estatal, sino también el pueblo de Michoacán tienen que cargar con los efectos negativos en términos económicos y financieros afectando a los proveedores locales a los cuales  se les debe más de 11 mil millones de pesos, los que los coloca prácticamente en la quiebra        

De esta manera la Auditoria Superior de la Federación (ASF) detecto en el análisis de la Cuenta Pública correspondiente al año 2015, un daño al erario público por 165 mil millones de pesos. El titular del ASF Manuel Portal Martínez destaco irregularidades por 100 mil millones de pesos en el gasto del poder ejecutivo, órganos descentralizados y organismos autónomos y 65 mil millones de pesos en gastos federativos que utilizaron las entidades.

Los estados de la República que presentan mayor daños son Veracruz con 7 mil 75.9 millones de pesos, Michoacán con 4 mil 474 millones; Guerrero con 3 mil millones 383.3; Chiapas con 2 mil 934 y Nuevo León con 2 mil 818 millones. Las desviaciones son en obras públicas, en virtud de que se asignaron recursos sin licitaciones.

En  el caso de los desfalcos, solo se menciona que  integra PGJE investigación por denuncia de desvíos de recursos en el estado, así como Jara Guerrero declarando que él rechaza anomalías en su  administración pero no mete las manos al fuego por sus funcionarios.

Mientras tanto el Congreso Local desde el mes de diciembre ha hecho caso omiso de la solicitud del gobierno estatal para restructurar más de 11 mil millones de pesos, advirtiendo el impacto sobre el alza de las tasas de intereses que aumenta el costo financiero de la deuda pública de Michoacán.    

Por lo tanto,  el gobierno del estado de Michoacán solicitó  reestructurar cinco créditos de la deuda pública, que el gobernador Silvano Aureoles pide al Congreso del Estado, que implicaría un  pago superior a los 26 mil millones de pesos por concepto de intereses. Entre intereses y pago a capital, en total, de los 24 mil 513 millones de pesos que bajo las actuales condiciones debe de pagar el ejecutivo, con la propuesta del mandatario se pagarían 36 mil millones de pesos.

El gobernador Silvano Aureoles aseguro que producto de la dilatación de los diputados locales en la aprobación de la deuda pública, el incremento en las tasa de interés provocará un aumento en el pago por más de 300 millones de pesos.

Mientras tanto los diputados del PRI y del PAN en el Congreso Local continúan argumentando que hace falta por parte del gobierno estatal la información necesaria para llevar a cabo la autorización de la solicitud antes mencionar, lo que le costara más de 500 millones de pesos al Ejecutivo estatal por el reciente aumento de las tasas de interés.

Pero los desvíos continúan apareciendo, y ahora el propio Silvano Aureoles ha declarado que hay un desfalco por 500 millones de pesos  en la Dirección de Pensiones del estado de Michoacán, aparte de la cuantía recientemente renunciada de la secretaria de Salud.

De esta manera, la monumental deuda estatal está llena de opacidad, con posible actos de corrupción de las administraciones estatales; aunque se ha presentado denuncias ante la procuraduría estatal, hasta ahora no han caído “los peces gordos” entre ellos porque no ex gobernadores.

El endeudamiento en Michoacán no está materializado en obra pública, aparte de que se tiene la sospecha de que varios importantes exfuncionarios públicos estatales tienen títulos de la deuda que les han generado jugosas ganancias y gozan de la absoluta impunidad.

De esta manera Michoacán y particularmente sus finanzas están en quiebra técnica, y la restructuración solicitada por el Ejecutivo estatal no se concreta lo que aumenta su costo y los desfalcos al erario público continúan en medio de la opacidad y  la corrupción.