José María Carmona
La movilización del movimiento magisterial pone de cabeza al Secretario de Educación Aurelio Nuño y al gobierno de Peña Nieto, que en conferencia de prensa hizo declaraciones de temerarias donde anuncio que más de 3 mil maestros han quedado dados de baja por no presentarse a laborar durante 4 días consecutivos.
Pero las afirmaciones del delfín de Peña Nieto como candidato a la presidencia por el PRI en el 2018 que ya está a la vuelta de la esquina ve como se aleja esta posibilidad, la posición de Nuño es de un secretario agobiado por la incapacidad política de poder implementar la reforma educativa.
En Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas miles de maestros salieron hacer su propia evaluación del gobierno peñista a repudiar la reforma educativa y la evaluación docente.
Coincidentemente los estados de Chiapas, Oaxaca y Michoacán no son gobernados por el partido de Peña Nieto, aunque en el caso de Chiapas el gobernador Manuel Velazco Coello y su Partido Verde son peores que los propios priistas es por eso que en esta entidad federativa existe un movimiento antigubernamental que pide la caída del gobernador verde.
Con relación a Michoacán fue contundente la jornada magisterial donde entre 15 mil a 20 mil docentes de la sección XVII, los llamados democráticos una vez más colapsaron la ciudad de Morelia a pesar del fuerte operativo policiaco para supuestamente resguardar las instalaciones del Centro de Convenciones donde se efectuó la evaluación docente que resulto todo un fracaso porque solo se presentaron menos de mil profesores de los más de 5 mil convocados y que la propia secretaria de Educación en el estado Silvia Figueroa Zamudio justifico porque muchos de los convocados eran maestras con licencia de gravidez o maestros ya jubilados, al final de cuentas se reservó el derecho de dar el número exacto de docentes que realizaron la evaluación.
Por donde quiera que se vea el resultado de la realización de la evaluación docente en Michoacán es todo un fracaso y se pone de manifiesto la oposición de la disidencia magisterial a la punitiva reforma educativa. En síntesis hoy Figueroa Zamudio se tambalea de su cargo por la falta de capacidad política para convocar y convencer a los maestros que tenían que realizar el examen correspondiente.
El movimiento magisterial en Michoacán al menos el día de ayer demostró más capacidad política que el propio gobierno de Silvano Aureoles que por cierto ante las acciones de presión de los diversos sectores sociales saca a la calle a los granaderos atentando con el derecho de libertad de manifestación lo que resulta ya preocupante, aparte de que con continua militarizando a Michoacán.
El paro magisterial tanto a nivel nacional como en Michoacán continuarán y los gobiernos de Peña Nieto y Silvano Aureoles mantendrían una posición de firmeza aplicando la ley, pero la contundencia en las movilizaciones políticamente los pone contra la pared y las amenazas y la criminalización seguirán, así como porque no decirlo la compra de plumas y opiniones en los medios de comunicación no han sido suficientes para imponer la reforma educativa en Michoacán y el país.
Todavía falta por ver e implementar los despidos anunciados el gobierno peñista y que se concreten en Michoacán.
El desenlace final del paro magisterial únicamente lleva a una conclusión en este primer episodio de la pelea, mientras tanto Nuño y Figueroa Zamudio se empiezan a tambalear, el primero ya muestra signos de agotamiento político ante el vigor de las movilizaciones magisteriales y la segunda ante la incapacidad de llevar a buen puerto la evaluación docente. Que por lo menos en Michoacán resulto un fracaso.